Como sabemos, Humberto I fue asesinado en Monza el 29 de julio de 1900 por el anarquista Gaetano Bresci y su hijo Víctor Manuel le sucedió en el trono de Italia. El rey Humberto fue enterrado en el Panteón de Roma.
Sin dudas, fue lamentable este acontecimiento, no sólo para la familia real, sino que también, para todo el pueblo italiano."Lo que más ha emocionado al pueblo italiano y más ha de emocionar fuera de Italia es el dolor de la piadosa Reina Margarita, espejo de madres y de esposas. Inmediatamente después del atentado, el carruaje que llevaba al Rey se dirigió al trote, directo a la «Villa Reale», situada a pocos minutos del sitio en que se cometió el crimen. La Reina se hallaba allí, vestida de blanco para una recepción que había de celebrarse poco después. Todos los individuos de la Corte rodearon el carruaje real. El cuerpo de Humberto I fue bajado del coche, subido por una escalera y colocado en un lecho... Pareció que la naturaleza quiso tomar parte en el duelo general, porque a las dos horas se desencadenó sobre Monza una terrible tempestad de rayos, truenos y agua, precedida de un violento huracán..."
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