miércoles, 16 de noviembre de 2011

Los locos años '20.

Síntesis de los años '20.
Al finalizar la Primera Guerra Mundial se instituyó la Sociedad de Naciones, un organismo internacional que se proponía establecer las bases para la paz y la reorganización de las relaciones internacionales, con el fín de evitar un nuevo conflicto.
El Imperio ruso pasa a ser la URSS que, con la ideología marxista de Lenin, se convierte en la primera nación del mundo gobernada por el proletariado, el cual conformaba la clase social más baja de la edad moderna.
Estados Unidos desarrollaba rápidamente su economía perturbada por la Gran Depresión en 1929. La economía estadounidense tenía un grave problema con la dependecia de créditos: las empresas pedían créditos para aumentar la producción y los consumidores para comprar productos de consumo e incluso para invertir en la bolsa. El "jueves negro" la bolsa de Nueva York se hundió. Estados Unidos repartió sus inversiones exteriores y exigió el pago de sus préstamos al extranjero.

Argentina había pasado a ser uno de los países más ricos del mundo gracias a la gran cantidad de mercancías suministradas a Europa durante la guerra.
Alemania vivía la crisis financiera más grande de este siglo mientras trataba de lograr la estabilidad democrática con la República de Weimar.
La situación de Francia no era mucho mejor, lo que propició el descontento social que se transformaría en una inestabilidad política permanente.
Japón extendía su presencia en Asia. Primero en Corea y luego en regiones enteras de China. El Imperio japonés se apoderó de las colonias de Alemania en el Pacífico.
En la ciencia también hay grandes avances, entre ellos el descubrimiento del átomo y la radiación por Ruthenford en 1924, que marca el comienzo de la época del desarrollo nuclear. Lawrence descubre el ciclotrón o acelerador de partículas en 1930. En 1932, comienza la era atómica con el descubrimiento del neutrón de Chadwick. Desde 1926 se comienza a implementar la cohetería. Uno de los avances más importantes en medicina también se dió en esta década, y fue el descubrimiento de la penicilina por Fleming en 1928.


La década del '20 en los Estados Unidos es recordada por la ley seca, los gángsters, las polleras por la rodilla, el jazz, el charleston, las películas hollywodenses, las estrellas del espectáculo, el béisbol, los ídolos del box y el desborde de una vida urbana y alocada. Los años '20 dieron comienzo a la presencia del consumo masivo en los productos culturales. Nació la cultura de masas. Es conocida esta década como "los locos 20".


Los locos años '20.

Nuevos papeles femeninos.




Desde luego, en algunos países y en medios sociales acomodados, el papel de la mujer experimentó cambios sustanciales. Las mujeres recibieron el voto en Gran Bretaña y en Alemania en 1918 y en Estados Unidos en 1920. El número de mujeres trabajadoras subió durante la guerra mundial en Gran Bretaña de 6 a 7,3 millones y en Estados Unidos se elevó, también por efectos de la guerra, a 8.637.000 en 1920 (el doble que en 1900) y a 10.752.000 en 1930. En Inglaterra, las mujeres representaban ya en 1925-26 el 30 por 100 del total de estudiantes universitarios (20.899 varones; 8.376 mujeres). Su presencia en la vida pública se hizo cada vez más frecuente. En 1918, Nancy Astor llegó al Parlamento, la primera mujer en conseguirlo en la historia británica. En Estados Unidos hubo ya en los años veinte mujeres que accedieron al cargo de gobernador de Estado. El gobierno laborista británico de 1929 incluyó una mujer, Margaret Bondfield, como ministra de Trabajo. Roosevelt nombró a otra, Frances Perkins, también para la secretaría de Trabajo, cuando llegó a la Presidencia de su país en 1933. El gobierno del Frente Popular francés de 1936 incorporó varias mujeres como subsecretarias de Estado.
Escritoras como Virginia Wolf en Inglaterra, como Colette en Francia, como las norteamericanas Gertrude Stein y Dorothy Parker, alcanzaron prestigio, influencia y éxito muy notables. Una norteamericana, Amelia Earhart, emuló a Lindberg volando en solitario en 1928 a través del Atlántico. Grandes tenistas, como Helen Wills Moody, norteamericana, y Suzanne Lenglen, francesa, rivalizaron en fama con los deportistas masculinos. Las chicas "flapper" -zapatos de tacones altos, medias de nylon, cinturas estrechísimas, faldas cortas, cigarrillo en la mano- se convirtieron en el paradigma del nuevo tipo de mujer independiente y emancipada que la guerra parecía haber creado. Más sutilmente, Virginia Wolf argumentaba en su ensayo Una habitación propia (1929) la importancia que para el desarrollo de la personalidad femenina tenía que la mujer pudiera disponer de un ámbito propio.
Todo ello -deportes, formas "alocadas" de entretenimiento, primera emancipación femenina, sexualidad más libre- parecía revelar que la sociedad, o una parte de ella, quería instalarse en una visión de la vida entendida como placer y confort. Era una explicable afirmación de vitalismo, como una voluntad colectiva de recuperar el ritmo normal de la vida tras varios años de guerra y luego de las graves dificultades económicas y sociales que se vivieron en la inmediata posguerra.

Los locos años '20.

¡Fuera los corsés!


La posguerra, los años veinte, registraron también, y significativamente, una progresiva liberalización de costumbres y sobre todo, de la sexualidad. Ello se reflejó en la literatura (novelas de D. H. Lawrence), en el arte (el surrealismo), en el cine, que desde pronto comenzó la fabricación de "sex symbols", y también en la tolerancia de las clases altas y círculos intelectuales y artísticos hacia el adulterio y la homosexualidad, en el aumento de la tasa de divorcios y en las mismas modas femeninas. Así, en Gran Bretaña la media anual de divorcios pasó de 823 en 1910-12 a 3.619 en 1920-22. En Estados Unidos, en 1890 se divorciaban el 5 por 100 de los matrimonios; en 1930, el 18 por 100. Las mujeres empezaron a fumar en público y a frecuentar no acompañadas bares y lugares similares. Se generalizó el empleo de maquillajes faciales y de lápices de labios; las faldas se acortaron hasta la rodilla; la ropa interior femenina se simplificó y estilizó; los trajes de baño se redujeron de forma notable; el cuerpo pasó a ser objeto de atención especial para lograr su mantenimiento esbelto y bello. Médicos, higienistas, sexólogos y divulgadores científicos -y también pornógrafos- descubrieron la sexualidad femenina.

Los locos años '20.

La fábrica de los sueños.



El cine creó también muy rápidamente su propia leyenda, asociada a los nombres de las grandes estrellas de las producciones norteamericanas. Los años veinte fueron los años del cine mudo. Rodolfo Valentino y Douglas Fairbanks crearon los primeros arquetipos cinematográficos del héroe romántico. Charles Chaplin, Buster Keaton, Harold Lloyd, Stan Laurel y Oliver Hardy produjeron obras maestras del cine cómico. La invención del cine sonoro (1927) reforzó aún más el éxito social de la nueva industria. En Estados Unidos, la audiencia media semanal de todos los locales cinematográficos era estimada a principios de la década de 1930 en unos 80-100 millones de personas. Pese a la calidad de las cinematografías alemana (Von Sternberg, Fritz Lang, G.W. Pabst), rusa (Eisenstein, Pudovkin) y francesa (René Clair, Renoir, Duvivier), la formidable capacidad creadora de Hollywood conquistó en todas partes la imaginación del gran público. Greta Garbo, Marlene Dietrich, Gary Cooper, los hermanos Marx, Fred Astaire y Ginger Rogers, King Kong (1933) y Lo que el viento se llevó (1939), fueron algunos de los nombres famosos y de los grandes éxitos de la década: ya quedó dicho que fue entonces cuando la industria norteamericana creó todos los grandes géneros del arte (musicales, westerns, cine negro, aventuras, comedia ligera, melodrama).

Los locos años '20.

Los dioses del estadio.

A partir de la Olimpiada de Amberes (1920), los Juegos Olímpicos adquirieron importancia inusitada, por participación deportiva e interés popular. El deporte fue en adelante o vehículo del nacionalismo popular o cuando menos, instrumento para la expresión de apasionadas lealtades colectivas.
Los públicos empezaron a vivir los éxitos y fracasos de sus equipos deportivos como éxitos y fracasos nacionales o locales. Eso ocurrió en Francia con las victorias internacionales de los tenistas Borotra, Lacoste, Cochet y Brugnon y del boxeador Carpentier, o en Italia, con los triunfos, ya en los años treinta, de su equipo nacional de fútbol y de sus campeones ciclistas. Acontecimientos como la Copa de fútbol inglesa -que desde 1923 se celebró en el estadio londinense de Wembley-, o como la vuelta ciclista a Francia o el "giro" de Italia o como ciertos combates de boxeo, se convirtieron en hechos sociales de trascendencia nacional. 145.000 personas, por ejemplo, asistieron en 1926 en Estados Unidos al combate entre Jack Dempsey y Gene Tunney. Con la disputa en 1930 del primer Campeonato del mundo -que ganó Uruguay-, el fútbol se convirtió en el primer gran espectáculo deportivo internacional. En Estados Unidos, el vigor y competitividad de determinados deportes propios ("base-ball", fútbol americano, "basket-ball") parecían corresponderse idealmente con el vitalismo y la energía de la comparativamente joven sociedad americana. Los deportistas -hombres como Babe Ruth, Joe Louis, Weismüller y Jesse Owens (y en Europa, como Magne, Leduc, Fred Perry, Schmelling y Carnera)- se convirtieron en verdaderos mitos populares. Algunos escritores (Prévost, Montherlant, Giraudoux, Hemingway) se sintieron atraídos por los ingredientes de belleza, fuerza, dinamismo, emoción y violencia consustanciales al deporte. El pintor norteamericano George Belows pintó en cuadros extraordinarios algunos de los grandes combates de boxeo de la época.

Los locos años '20.

Jazz, tango y cavarets.



Socialmente, los años veinte fueron años "felices", años locos, "la década del jazz "como la denominó el escritor norteamericano Scott Fitzgerald por el éxito de músicos como King Oliver, Duke Ellington y Louis Armstrong; los años del tango y del charlestón, del deporte y del cine, de los night-clubs y cabarets, de Josephine Baker y Maurice Chevalier. Las implicaciones de aquel cambio eran, con todo, muy significativas y en cierta medida, trascendentes.
La aceptación de los ritmos musicales populares se tradujo al mismo tiempo en una expansión generalizada y en la pérdida de su particular conceptualización peyorativa. Ocurre con el tango, musica arrabalera argentina, procedente de diversos influjos musicales traídos por los emigrantes, cuya incrsión en los ciírculos burgueses será rápida y exitosa. Desde luego, el baile, sensual y sugerente, es parte importante de su popularidad, y más en una época en que se permite percibir cierta liberalización sexual.
Ritmos negros, latinos y populares desplazan, en los gustos musicales de las sociedades, a las tradicionales obras de compositores clásicos. La música se convierte en un bien de consumo inmediato, festivo, proceso al que ayuda la invención de elementos de transmisión como la radio, el fonógrafo o el cine musical.
Jazz, boogie-woogie, charleston, foxtrot... son nuevas maneras de entender la música y el baile. Sus apariciones se suceden, en un intento desenfrenado por mostrar una alegría de vivir que parece contagiosa, donde lo frívolo y lo festivo ocupan un lugar de primer orden. El papel de la mujer en los bailes acentúa su sensualidad, reforzada con ropajes más ajustados, maquillajes exagerados, el uso de pantalones y el cigarrillo entre los labios.

Los locos años '20.

Un mundo cada vez más pequeño.

Los años veinte vieron en todo el mundo una "revolución en las comunicaciones" casi tan importante y decisiva como la que en el siglo XIX supuso el ferrocarril. En Estados Unidos, por ejemplo, los automóviles desplazaron al ferrocarril en el transporte de viajeros. En Europa, los camiones empezaron a disputarle el transporte de mercancías. Las grandes fábricas de automóviles (Ford, General Motors, Chrysler, creada en 1925, Morris, Austin, Renault, Citroën, Opel) reorientaron su producción hacia vehículos económicos para uso de las masas. En 1939, había unos 19 millones de coches particulares en Estados Unidos, cerca de dos millones en Gran Bretaña y cifras superiores al millón en Alemania y Francia.
Las hazañas de aviadores como los ingleses Alcock y Brown, que en 1919 hicieron el primer viaje transoceánico sin escala, o como el norteamericano Charles A. Lindbergh -que en 1927 voló en solitario de Nueva York a París-, prepararon el camino para la comercialización de la aviación. No fue, pues, casual que Saint-Exupéry escribiera ahora, 1929-39, sus novelas sobre los pioneros de la aviación (Correo del Sur, Vuelo de noche, Tierra de hombres). En 1919, se pusieron en servicio en Estados Unidos y en Europa las primeras, y muy modestas, líneas aéreas de pasajeros. En 1937, transportaban ya en todo el mundo a unos 2,5 millones de viajeros. En 1939, la empresa norteamericana Pan-Am estableció viajes regulares entre Estados Unidos y Europa. En 1920 habían comenzado, en Estados Unidos, las emisiones regulares de programas de radio. En 1922 se creó en Gran Bretaña para ese fin la British Broadcasting Company. En 1925 se usaban ya en el país 1.652.000 aparatos de radio (y el doble de esa cifra en 1930). En 1927, se estableció comunicación telefónica entre Nueva York y Londres. El total de aparatos telefónicos se acercaba en Inglaterra en 1930 a los 2 millones. En los años 1926-30, comenzaron en Estados Unidos e Inglaterra las primeras experiencias de televisión.